BIO
La artista conceptual y doctora en Bellas Artes Marina Núñez (Palencia, 1966) destaca en el panorama internacional por su temática centrada en lo que resulta convencionalmente inarmónico, como la locura o la monstruosidad, "identidades no normativas que desafían el cánon establecido"; y por su profundo conocimiento de la ciencia ficción, sin olvidar su defensa por los derechos de igualdad. Sus monstruos, ícaros o ciborgs, conservan algún referente humano que los relacionan con las novelas de ciencia ficción, un espacio donde la imaginación no tiene límite. Se mueven en paisajes imaginarios de ruinas propias de la ficción distópica post-nuclear. Visiones apocalípticas y de horror que enfatizan en las alteraciones tecnológícas, independientemente de la técnica empleada, sea vídeo, instalación o pintura. Barbara Rose ha escrito que "Marina Núñez es, por formación, una pintora que por vía del dominio de la fotografía, el vídeo y de los programas digitales ha expandido el vocabulario de las bellas artes. () tiene a sus espaldas una impresionante lista de exposiciones internacionales. Es, para mí, una de las artistas vivas más ambiciosas del momento. () desde la perspectiva de los objetivos de aquellos grandes creadores que, desde el siglo XIX, impusieron la confrontación entre el yo individual y su coyuntura histórica.() de lo que aquí hablo es de la ambición por crear una compleja weltanschauung o “visión del mundo” que refleje la lectura que el artista hace de las preocupaciones más profundas de una cultura dada. () El resultado de esa investigación es un arte que reflexiona sobre nuestra percepción de un mundo alterado por una variedad de formas de hibridación en la ciencia, la literatura, el cine, la pintura y la arquitectura".
Marina Núñez combina magistralmente diferentes lenguajes, aparentemente antitéticos. Lo biológico y móvil -estructura natural- y lo arquitectónico y estático -estructuras generadas- se unen y diferencian al tiempo, formando un todo; creando una nueva Arcadia tecnológica y virtual. Ambas representaciones, racional y biológica, inician una reflexión que cuestiona las relaciones predeterminadas y genera interrogantes sobre la existencia. La artista siempre desvela un mensaje solemne que tiene como escenario su propia iconografía de ciencia ficción, con sus monstruos y personas de apariencia normal que digieren conceptos y estructuras, para cuestionar códigos y arquetipos de identidad, pautas normativas, estructuras de pertenencia e identificación, el concepto de lo diferente, deconstruir lo canónico y generar una poderosa reflexión en la que traslada al espectador la responsabilidad y el reto de concluir la obra.
Exposiciones (selección): 49a Bienal de Venecia (2001), “Big Sur. Neue Spanische Kunst” (2002, Hamburger Banhof, Berlín), “I Bienal Internacional de Arte” (2000, Museo Nacional de Bellas Artes, Buenos Aires) , MNCARS, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, MOT, Museo de Arte Contemporáneo de Tokio, Japón, Instituto Cervantes de Tokio, Japón, La Gallera de la Comunidad Valenciana, la Fundación Pilar y Joan Miró en Palma de Mallorca, la Iglesia de Verónicas en Murcia, el DA2 de Salamanca, la Casa de América en Madrid, el Instituto Cervantes en París, La Panera en Lleida, el Musac en León, el Centre del Carme en Valencia, la Sala Rekalde en Bilbao, el Patio Herreriano en Valladolid, “Transgenéric@s” (1998, Koldo Mitxelena Kulturnea, San Sebastián), “La realidad y el deseo” (1999, Fundación Miró, Barcelona), (2000, Espai d ́Art Contemporani de Castelló), (2004, Science Museum, Londres), (2005, White Box, Nueva York), “Identidades críticas” (2006, Museo Patio Herreriano, Valladolid), “Pintura mutante” (2007, MARCO, museo de Vigo), “Banquete (nodos y redes)” (2009, Laboral, Gijón, y 2010, ZKM, Karlsruhe, Alemania), “Skin”, Wellcome Collection, Londres (2010). Su obra figura en colecciones de varias instituciones, entre las que se encuentran el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, MNCARS, el Artium de Vitoria, el MUSAC de León, el Patio Herreriano de Valladolid, el TEA de Tenerife, la Fundación “La Caixa”, o la Corcoran Gallery of Art, Washington, DC. Actualmente reside entre Madrid y Pontevedra, y es profesora en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Vigo, entre otras múltiples exposiciones internacionales,
MARINA NÚÑEZ




The conceptual artist and Doctor of Fine Arts Marina Núñez (Palencia, 1966) stands out on the international scene because of her subject matter centered upon what is conventionally inharmonious, like craziness or monstrosity, “abnormal identities that challenge the established rules;” and for her profound knowledge of science fiction, not to mention her defense of rights for equality. Her monsters, Icarus, and cyborgs, conserve some human reference, which relates them to science fiction novels, a space where the imagination has no limit. They move in imaginary lands among the ruins from distopian post-nuclear fiction. Apocalyptic visions and visions of horror that are emphasized in technological alterations, independently from the technique employed, whether video, installation, or painting. Barbara Rose has written that “Marina Núñez is, by training, a painter that, through her dominion of photography, video, and digital programs, has expanded the vocabulary of the fine arts. () She has at her fingertips an impressive list of international exhibits. She is, for me, one of the most ambitious artists alive today. () From the perspective of the objectives of those great creators that, since the 19th Century, imposed confrontation between the I individual and its historical environment. () What I'm talking about here is the ambition to create a complex weltanschauung or “world vision” that reflects the interpretation that the artist makes about the deepest concerns of a given culture. () The result of this research is an art that reflects on our perception of a world altered by a variety of forms of hybridization in science, literature, film, painting, and architecture.”
Marina Núñez masterfully combines different languages, that are apparently antithetic. The biological and the mobile—natural structure—and the architectural and static—generated structures—unite and differentiate time, forming an everything; creating a new technological and virtual Arcade. Both representations, rational and biological, start a reflection that questions pre-determined relationships and generates questions about existence. The artist always reveals a solemn message that has, as a scenario, her own science fiction iconography, with her monsters and people with normal appearances that digest concepts and structures, normal patterns, the structures of pertinence and identification, the concept of that which is different, deconstructing the canonical and generating a powerful reflection in which responsibility and the challenge of concluding the work is transferred to the spectator.