VICENTE BLANCO
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BIO
Los video-collages de Vicente Blanco (Santiago de Compostela, 1974), se caracterizan por la descontextualización de personajes sobre fotografías de amplios espacios, hasta lograr la creación de una atmósfera de distancia en el espectador que, unida a la falta de argumento lineal y clásico de sus proyecciones, convierten sus obras en narraciones densamente inquietantes. La estructura argumental abre nuevas perspectivas sobre los procesos de construcción de la identidad, cuestionando el valor de la representación de la imagen. La configuración de su iconografía, muy personal, se consigue al reforzar ese distanciamiento con el uso de líneas que forman un dibujo de tintas planas y colores apagados, saturados, fríos, con el collage de recortables y la animación en tempo pausado secuencial.
En sus obras se observan reflexiones sobre la realidad actual y sus actores. En algunos vídeos se abordan cuestiones políticas, urbanísticas y, en otras, temas sociales que "critican la complacencia propia de la sociedad burguesa metropolitana en contraste con la realidad social" (Vicente Blanco), reflejada también en films como "Teorema" de Pier Paolo Pasolini (1968). En el análisis sobre la conformación de identidad, convierte a la adolescencia en un medio de observación del individuo y muestra sus esperanzas y temores, propios de un proceso de evolución constante que, también, resulta ser uno de los más confusos. Otro tema habitual en su obra es el problema del desarrollo de una identidad propia en un mundo dominado por la cultura de masas, que le sirve para plantear su visión de lo individual y lo artesanal desde multitud de perspectivas. En sus dibujos animados se reconoce el estilo de la Guerra Fría, con influencias de la cultura de masas pop americana, pero también del histórico e intelectual suprematismo soviético. Las mutuas referencias de promoción propagandista ponen en duda la configuración de una estética ideológica exclusiva. Blanco desarrolla una gran dosis de estudiado eclecticismo estilístico y conceptual en el que ironiza sobre las estructuras de poder. En el desarrollo de ese eclecticismo técnico, intercala expresiones como el dibujo, la fotografía, el collage y la animación, para componer un corpus artístico reconocible y muy personal. Sus fotografías tomadas entre Lugo y Berlín se convierten en el marco ideológico de todas sus creaciones. Con el paso del tiempo, las familiares imágenes de los años cincuenta y sesenta en los Estados Unidos, que reinterpreta Blanco, permiten señalar algunos síntomas en los que se reconoce a la actual sociedad capitalista, como es la necesidad de una búsqueda constante de nuevos estímulos consumistas. Su obra muestra que el sistema se caracteriza por generar una permanente insatisfacción, basada en la necesidad de desear y el deseo de gustar, que deriva en estrategias narcisistas. Varios autores como Lipovetsky, Frédéric Lenoir o Gianni Vattimo, describen esta época como hedonista, con una explosión de la hipérbole consumista, con defensa y objetivo hacia el individualismo, y que cuenta con un asombroso progreso tecnológico que, unido, hacen de la satisfacción de los placeres sensoriales y las estrategias de mercado emocionales, una semejanza de la auténtica felicidad. Situación que se agrava al no contar con contramodelos. "La producción ya no impone, ensaya; la distribución no vende, seduce; y el consumo supera el estadio de la necesidad para conquistar el reino de la libertad" (Lipovetsky "La estetización del mundo"). En las obras de Blanco se percibe una crítica a ese orden de cosas, en el que la necesidad de obtener es tan importante que lo nuevo se convierte en algo destacable, solo por su novedad. El artista juega con el equívoco, la inquietud, la sospecha, la fragilidad, paradigmas que llevan a la confusión, en una reflexión profunda sobre los referentes culturales, sociales y amorosos que contienen códigos atribuidos.
Vicente Blanco en 1997, se licencia en Bellas Artes en Escultura Facultad de Pontevedra, Universidad de Vigo. 2012 Doctor por la Universidad de Granada, Práctica y Límites de la Escultura, Cursos de Doctorado en la Universidad del País Vasco, Bilbao, España. Es seleccionado para participar en el Taller de Creacion Artistica impartido por Angel Bados y Txomin Badiola en Arteleku, Donostia. En 1999 realiza Práctica y Límites de la Escultura, Cursos de Doctorado en la Universidad del País Vasco, Bilbao. En 2012 se convierte en Doctor por la Universidad de Granada en la Facultad de BBAA. Entre los años 1996-2007, participa de las becas de creación artística de distintas instituciones, fundaciones y museos, desarrollando proyectos innovadores reconocidos internacionalmente. Actualmente, es profesor doctor en la Universidad de Santiago de Compostela, Campus de Lugo, en la especialidad de Educación Artística . Vive en Berlín, en un estudio del emblemático barrio de Kreuzberg donde convive y trabaja con otros creadores. Fue elegido ganador del I Premio Estampa Comunidad de Madrid (2008)) y del IV Premio Internacional de Artes Plásticas de la Fundación María José Jove (2010). Ha participado en multitud de proyectos y muestras como Monocanal, en el Museo Centro de Arte Reina Sofía , MNCARS (2003), Región 0, The Latino Video Art Festival of New York, Centro Juan Carlos I de la Universidad de Nueva York (2011), la Feria de Arte de Amnsterdam y el Museo de Arte Contemporáneo de Lugo, MARCO (2012) o en The Real Marvelous en el museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León, MUSAC, el Instituto Cervantes de Tokio, Japón o en el MOT, Museo de Arte Contemporáneo de Tokio, Japón.
The video-collages of Vicente Blanco (Santiago de Compostela, 1974), are characterized by the decontextualization of characters on photographs of wide spaces, until achieving the creation of an atmosphere of distance in the spectator that, together with the lack of a linear and classic plot in his projections, turn his works into densely disturbing narrations. The storyline structure opens new perspectives on the processes of identity construction, questioning the value of the representation of the image. The configuration of his iconography, which is very personal, achieves the reinforcement of this distancing with the use of lines that form a drawing of flat inks and muted colors, saturated, cold, with the collage of paper dolls and animation in a sequentially paused tempo.
In his works, one can observes reflections about current reality and its actors. In some videos, political and urbanistic questions are posed and, in others, social themes that “criticize the complacency of the metropolitan bourgeois society in contrast with social reality” (Vicente Blanco), reflected also in films like “Teorema” by Pier Paolo Pasolini (1968). In his analysis on the conformation of identity, he turns adolescence into a means for observing the individual and shows the hopes and fears, part of a constant process of evolution that, also, turns out to be one of the most confusing. Another habitual theme in his work is the problem of developing one's own identity in a world dominated by the culture of the masses, which serves to plant his vision of the individual and the artisanal from a multitude of perspectives. In his animated drawings, the style of the Cold War is recognizable, with influences from the American pop culture of the masses, but also from the historical and Soviet intellectual supremism. The mutual references to propaganda promotion make us doubt the configuration of an exclusive ideological aesthetic. Blanco develops a great dose of studied stylistic and conceptual eclecticism in which he makes power structures ironic. In the development of this technical eclecticism, he inserts expressions like drawing, photography, collage, and animation, to compose an artistic corpus that is recognizable and very personal. His photographs taken between Lugo and Berlin turn into the ideological brand of all his creations. With the passage of time, the familiar images of the 50's and 60's in the United States, that Blanco reinterprets, allow him to point out some symptoms that he recognizes in the current capitalist society, like the need to constantly look for new consumer stimuli. His work shows that the system is characterized by the generation of a permanent dissatisfaction, based on the need to want and the desire for enjoyment, which is derived from narcissistic strategies. Various authors like Lipovetsky, Frédéric Lenoir and Gianni Vattimo, describe this era as Hedonist, with an explosion of the consumer hyperbole, with advocacy for and objectives leaning toward individualism, which has made astonishing technological progress, that makes the satisfaction of sensory pleasures together with emotional marketing strategies, a resemblance to actual happiness. A situation that gets worse when we don't have counter-models. “Production doesn't just impose, it tests; distribution doesn't sell, it seduces; and consumption overcomes the stage of the need to conquer the kingdom of freedom” (Lipovetsky “The aesthetization of the world”). In the works of Blanco, we perceive a critique of this order of things, in which the need to obtain is as important as what is new and which turns into something remarkable, just for its novelty. The artist plays with mistakes, restlessness, suspicion, fragility, paradigms that lead to confusion, in a profound reflection on cultural, social, and amorous references that contains assigned codes.







